sábado, 3 de mayo de 2025
📊 Reflexiones regionales a partir del Censo 2024 en Arica y Parinacota.
LA SINFÓNICA DIRECCION DE OBRAS DE ARICA
¿Sabías que en una orquesta los músicos pueden llegar a sincronizar sus latidos del corazón y hasta su respiración?
martes, 15 de abril de 2025
Edificio Alborada: Un ícono moderno que Arica debe recuperar
Por décadas fue el edificio más alto de Arica, hasta la construcción del Ticnamar. El Edificio Alborada no solo destaca por su volumetría tipo torre-placa y su lenguaje moderno, sino también por el contexto histórico que le dio origen. Construido entre 1968 y 1972 durante el período de la Junta de Adelanto, fue proyectado por un equipo de destacados arquitectos liderados por Emilio Duhart, y ejecutado por el Ministerio de Obras Públicas como parte de un plan maestro para estructurar el centro de la ciudad.
Ubicado en Av. San Martín N° 141, junto al puerto y al pie del Morro de Arica, su diseño forma parte del seccional centro elaborado en 1968. Se compone de una torre de siete pisos con estructura de hormigón armado y una placa en primer nivel que aloja oficinas de atención pública hacia el norte —donde opera Aduanas Chile— y una gran zona de bodegas hacia el sur, con un volumen curvo de expresión brutalista.
Su arquitectura se distingue por la honestidad estructural: vigas y pilares expuestos, parasoles integrados en las losas, revestimientos en cerámico tipo murvin, y jardines que lo vinculan sutilmente al espacio público. Esta conjunción entre forma, función y paisaje urbano define una modernidad con identidad local que hoy merece ser preservada.
Dado su estado actual y el valor que representa para la memoria colectiva y la calidad del paisaje urbano del centro de Arica, urge impulsar una propuesta seria de conservación y recuperación. La intervención debe respetar su arquitectura original, poniendo en valor su estética y aportando a la revitalización del borde portuario.
Durante mi gestión como gerente de la Corporación de Desarrollo Territorial, propusimos una primera aproximación a esta recuperación, desarrollando simulaciones que muestran el potencial de una intervención contemporánea, pero fiel a su esencia arquitectónica.
Recuperar el Edificio Alborada no es solo una acción patrimonial; es una apuesta por una ciudad que honra su historia, mejora su entorno y proyecta modernidad con identidad.
domingo, 13 de abril de 2025
ARICA MODERNA: CONOCER ES CONSERVAR
viernes, 4 de abril de 2025
¿Estás analizando lo que realmente importa? El sesgo del superviviente y su aplicación en la construcción
Durante la Segunda Guerra Mundial, el estadístico Abraham Wald trabajaba en un grupo de investigación que analizaba los aviones que lograban regresar de sus misiones, marcando las zonas más impactadas por disparos. La lógica parecía simple: reforzar donde más daño se veía.
Pero Wald planteó algo contraintuitivo: no había que reforzar las zonas con daño visible, sino aquellas sin impactos. ¿Por qué? Porque los aviones que fueron dañados en esas otras zonas no regresaban. No estaban en la muestra. Su análisis reveló un error común: el sesgo del superviviente.
Esta lección no solo es poderosa en la estadística y la toma de decisiones: también debe aplicarse al evaluar construcciones tras eventos extremos como sismos, incendios o explosiones.
En una inspección post-evento, es común centrar todos los esfuerzos en las zonas visiblemente dañadas: muros agrietados, tabiques caídos, fisuras evidentes. Y claro, esas áreas deben ser atendidas con urgencia. Pero también es fundamental poner atención en las zonas que resistieron. Aquellos elementos estructurales que absorbieron los esfuerzos y permanecieron en pie, muchas veces sin ser evaluados en profundidad.
El edificio no colapsó gracias a ellas. Y si solo reparamos lo dañado y olvidamos reforzar lo que resistió, podemos estar preparando el terreno para que, en el próximo evento, aquello que antes fue fortaleza ahora se convierta en punto débil.
En construcción, ver la foto completa es entender que no basta con reparar. También hay que conservar, mantener y fortalecer aquello que resistió, porque puede haber llegado a su límite sin que sea evidente.
Por eso, en cada evaluación de daños, vale la pena hacerse dos preguntas clave:
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¿Qué zonas resistieron pero no han sido analizadas a fondo?
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¿Qué parte de la estructura necesita ser cuidada antes de que falle?
Porque en construcción, igual que en el análisis de datos, no basta con observar lo visible: lo que no se ve también importa.